Traten a los demás como ustedes quieran ser tratados. Mateo 7:12 (TLA)
La historia cuenta que Isaac ya tenía una edad muy avanzada y que mandó a llamar a su hijo mayor Esaú, para que fuera a cazar, le preparara una rica comida y recibiera su bendición antes que él muriera.
Esto no sucedió así, porque su madre Rebeca y su hermano Jacob, tramaron un plan para que Jacob recibiera esa bendición.
Cuando Isaac había terminado de bendecir a Jacob, ó Esaú del campo. Él también le había preparado un plato de comida para su padre.
-Levántate, padre mío y ven a comer, para que me des tu bendición –dijo Esaú.
Enseguida su padre le preguntó:-¿Y quién eres tú?
-¡Pues soy Esaú, tu hijo mayor! -le respondió.
Isaac comenzó a temblar de pies a cabeza, y dijo:-Entonces, ¿quién cazó un animal y me lo trajo? Yo comí de su plato antes de que tú llegaras y ya lo he bendecido.
¡Esa bendición no se la puedo quitar!
Al oír Esaú las palabras de su padre, lloró y con gran amargura le dijo:-¡Padre mío, bendíceme también a mí!
Pero Isaac le contestó:-Ya vino tu hermano y me engañó, por eso le di la bendición que era para ti.
Para que Esaú no matara a Jacob, Rebeca le aconsejó que escapara a Canaán, donde vivía su hermano Labán.
Allí conoció a Raquel, su hija menor y se enamoró de ella. Propuso a su tío trabajar para él siete años a cambio de ella y él aceptó. Pero al cabo de éste tiempo, Labán le entregó a Lea, su hija mayor.
-¿Por qué me engañaste? ¡Yo me comprometí a trabajar para casarme con Raquel! -dijo Jacob.
Labán respondió:-No es nuestra costumbre que la hija menor se case antes que la mayor. Pero si te comprometes a trabajar para mí otros siete años, te casarás con Raquel.
Jacob aceptó el trato y se casó con Raquel después de otros siete años.
Estos dos hechos nos muestran como Jacob terminó siendo engañado de la misma manera que él engañó a su hermano Esaú.
Ten presente que mañana cosecharás todo lo que hoy estás sembrando, por esa razón esfuérzate por hacer las cosas correctas en todo momento y lugar, de modo que no tengas que arrepentirte por ninguna mala decisión.
Y si hoy estuvieras asumiendo las consecuencias de un mal proceder en el pasado, recuerda que tienes un Dios Misericordioso, que si te arrepientes y confiesas tus pecados, El te perdonará y hará que todas las cosas obren para bien en tu vida, hoy es un precioso dia meditalo bien,,soy el obispo David Mata pastor de la Iglesia de Dios de Stockton y solo recuerda que ¡Dios es un Dios de nuevas oportunidades! …Shalom